¿Es mejor comprar productos locales?
Una pregunta, aparentemente sencilla.
Responderla de manera
inequívoca es imposible, dado la casuística infinita a existente.
Desde luego, yo no
tengo la respuesta, ni creo que nadie que haya trabajado el tema, con
rigor, la tenga.
Lo que sí tengo es
una opinión, informada y formada, fruto de años de experiencia comprando (y
analizando el resultado de esa compra) en multitud de mercados y geografías. Esa
opinión es la que te ofrezco en este
post.
Lo primero que
necesitaríamos saber es … ¿Mejor? ¿Para quién? ¿Para qué?
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FAIR TRADE IBÉRICA © Kennet Havgaard |
Si nos limitamos a analizar la compra en su dimensión
táctica, en el corto plazo, debemos evaluar si es mejor, o no, para tres
parámetros:
1.- Coste económico.
Que lo podremos sofisticar todo lo que queramos, pero al final, deberemos ser
capaces de simplificarlo en un número: el precio de coste.
2.- Calidad.
Definida con parámetros medibles, objetivables e indiscutibles (calidad real).
Que puedan garantizar la autenticidad de lo que compramos. Y con valoraciones
de calidad percibida iguales a la acordada en la definición del producto.
3.- Servicio. Que
tengamos la cantidad de producto que necesitamos, en el sitio y fecha en la que
lo necesitamos. Ni más, ni menos, ni antes, ni después.
Al final, “hemos inventado la pólvora”. Este análisis no
difiere mucho del que hacían nuestros mayores cuando decían que lo importante
al comprar es que sea las tres “B”, Bueno (calidad real), Bonito (calidad
percibida) y Barato (precio). Sólo añade la medición de que nos entreguen la
cantidad que queremos, cuando la queremos.
Si nuestro análisis de la compra se amplía a una dimensión
estratégica, en el medio y largo plazo,
los parámetros a evaluar son también tres:
a.- Impacto
medioambiental. El análisis del ciclo de vida del producto nos permitirá
medir los gases de efecto invernadero emitidos desde la producción del
producto, su consumo y desecho.
b.- Impacto social.
Muchos países en vías de desarrollo dependen de la exportación de productos
agrícolas para su sustento y el desarrollo de sus economías. Más del 70% de los
pobres del mundo viven en áreas rurales y dependen (directa o indirectamente)
de la agricultura. (1)
c.- Impacto económico.
La pérdida de mercados lucrativos de exportación podría tener un impacto
importante para las economías nacionales.
Pues veamos cómo influye la compra local en cada parámetro
táctico :
1.- Coste económico. Un
buen análisis de valor nos permitirá conocer la estructura de costes del producto (escandallo) y saber cuánto pesa
el transporte (desde el lugar de origen hasta el de consumo) en el coste total
del producto. Ejemplo: Flores cultivadas en Kenia y enviadas al Reino Unido,
para su consumo, tendrán un coste de transporte superior que las cultivadas en
Holanda o en el propio Reino Unido (si fuera posible).
¿También será superior el precio de coste final?
Pues no tiene por qué. Dependerá del resto de costes del
escandallo. Los costes de materias primas (fertilizantes, semillas, abonos,
etc.), energía, mano de obra, amortización de instalaciones (invernaderos),
costes financieros, etc, etc, sin duda serán distintos. La cifra final será
distinta.
Conclusión:
podría darse el caso de que comprar localmente no fuese mejor para el precio de
coste.
2.- Calidad. Un
producto es el resultado de las materias primas y su proceso de producción. Los
cocineros lo saben bien. Y por eso un chef de prestigio es capaz de hacer obras
de arte culinarias (en la misma sala, al mismo tiempo, con la misma maquinaria
y con los mismos ingredientes) mientras otros cocineros preparan productos
simplemente comestibles.
Salvo en productos industriales (procesados a partir de
materias primas muy homogéneas y en unos procesos productivos muy
standarizadores) no hay dos productos con calidad comparable. Cuanto más
artesano el producto, menos pesa en su calidad la parte de calidad real y más
pesa la calidad percibida.
Siguiendo con el ejemplo de las flores: ¿es comparable la
calidad de las flores de invernadero de Holanda con las de una granja de Kenia?
Conclusión: la
calidad de producto no tiene por qué ser mejor, ni peor, cuando compramos
localmente. En muchos casos, ni siquiera es comparable.
3.- Servicio. Garantizar
la cantidad de producto necesaria, en el sitio necesario, en el momento que se
necesita … es el desiderátum de cualquier organización comercial. Podemos haber
acordado un precio y una calidad formidables, pero si nunca hay producto, no
tenemos nada. ir generando stocks de productos próximos a los puntos de consumo
y hacer que fluya sincronizadamente con las necesidades de venta, es la
solución “fácil”. Pero … ¿cuánto cuesta? Deberíamos sumar ese coste al precio
de coste del producto. Igual que deberíamos sumar el coste económico de su
desecho y los costes de oportunidad de la venta perdida. Quizás encontraríamos
que las decisiones de compra óptimas no siempre son las del precio más barato.
Conclusión: para
evaluar si es mejor el servicio al comprar localmente, deberíamos sumar todos
los costes implicados y compararlos. A priori, es imposible saber si es mejor o
no.
Conclusión
de análisis táctico: comprar localmente no es garantía de que sea siempre mejor
para el precio, calidad y servicio del producto.
Ahora veamos cómo influye la compra local en cada parámetro
estratégico:
a.- Impacto
medioambiental. Local no siempre significa menores huellas de carbono. Son
muchos los estudios al respecto, detallo tres:
·
Comparación entre las flores que se cultivan en
Kenia y en Holanda y luego se venden en el Reino Unido. Aunque las flores de
Kenia son transportadas vía aérea, tienen una huella de carbono menor que las
holandesas debido a la energía usada en los invernaderos en Holanda. Por otra
parte, el clima de Kenia es propicio para la producción de flores. (2)
·
En 2008, El Departamento de Medio Ambiente,
Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) del Reino Unido solicitó algunos
estudios para investigar las huellas de carbono comparativas de los productos
del sistema alimentario del Reino Unido. En el caso de los tomates, el estudio
reveló que una tonelada de tomates sueltos producidos en el Reino Unido genera
un potencial calentamiento global tres veces mayor que su equivalente español.
La diferencia se debía principalmente al uso de energía asociada a la
producción bajo invernadero en el Reino Unido comparada con los sistemas
semiprotegidos de España.
·
Un estudio más reciente (3) demuestra que el
azúcar producido en Zambia y Mauricio, y que se consume en Europa, puede tener
una huella de carbono más baja que el azúcar local.14 El estudio estimó que el
azúcar refinado enviado a Europa desde Zambia y Mauricio tiene una huella de
carbono promedia de 0,4kg CO2e/kg. En comparación la huella del azúcar que se
produce en el Reino Unido era de 0,6kg CO2e/kg y en Alemania de 1,46kg CO2e/kg.
Conclusión: comprar
localmente, no siempre es mejor para el impacto medioambiental.
b.- Impacto social.
La exportación de productos constituye un medio de vida importante y ofrece
oportunidades de ingresos para muchos países en vías de desarrollo. En Kenia,
por ejemplo, la horticultura de exportación generó una ganancia de 906 millones
de dólares estadounidenses en 2009 (4). Se estima que la exportación de frutas
y verduras frescas
desde África Subsahariana hacia el Reino Unido es el
sustento de entre 1 a 1,5 millones de
personas (5). Este tipo de comercio puede ayudar a los
países a reducir su dependencia de
la ayuda a largo plazo, apoyar su desarrollo y evitar que se
vean abocados a la migración para subsistir.
Conclusión: comprar
localmente puede generar un impacto social negativo en los países de origen y
también en los de consumo, puesto que los hará candidatos a recibir corrientes
migratorias no deseadas y/o a gastar dinero en cooperación para el desarrollo,
que no sería necesario si se pudieran desarrollar por sí mismos, con la
exportación de sus productos.
c.- Impacto económico.
La medición rigurosa del impacto económico requeriría un análisis capaz de
diferenciar el límite entre local y no local.
Si resulta difícil evaluar si nuestra compra es mejor, lo de
establecer un límite donde acabe el concepto de “compra local” es ya, para
subir nota. Veamos un ejemplo:
Un informe del 2008 investigó la ubicación geográfica de las
emisiones de gas de efecto invernadero (GEI) a lo largo de la cadena de
suministro de dos granjas lecheras en el Reino Unido (6). El estudio encontró
que el 95% de las emisiones de GEI vinculadas a los insumos usados para la
producción de lácteos estaban producidas en un radio de 50Km fuera de la
granja!!!!
¿Son 50 km el límite? ¿la ciudad? ¿la comunidad? ¿el país?
¿el continente?
¿Cuándo deja de ser
local la compra?
Conclusión: la
indefinición del concepto “compra local” imposibilita una medición rigurosa que
permita evaluar su impacto económico y saber si resulta mejor comprar así.
Conclusión
de análisis estratégico:
Pretender
que los alimentos locales son amigables con el medioambiente y no lo son los
importados o de larga distancia, es una simplificación inadecuada que puede
tener consecuencias negativas para el medio de vida de los productores de
países en desarrollo.
Además, no es sencillo delimitar dónde acaba la producción
local y, por tanto, sus impactos (medioambiental, económico y social). Muchos
productos locales dependen, en gran medida, de insumos importados, dificultando
así la definición de producto local.
En definitiva,
¿Es mejor
comprar productos locales?
Lo mejor es tener una estrategia de compra bien definida, adaptada
a las necesidades y objetivos del negocio, con unos indicadores de medición que
te permitan evaluar continuamente su eficacia en la consecución de dichos
objetivos para redefinirla y adaptarla continuamente para una mayor eficiencia.
El que sea una compra
local, no tiene porqué ser mejor, ni peor.
Yo creo que los
consumidores conscientes deberían continuar optando por productos locales y por
productos de importación en solidaridad con las poblaciones de los países en
desarrollo y como una forma de apoyar el desarrollo sostenible, el cual tiene en
cuenta la justicia social y el medio ambiente, así como la mitigación y
adaptación al cambio climático.
Y de todos estos
sistemas, yo os recomiendo los que estén avalados por el sello de comercio
justo FAIR TRADE.
Fairtrade
España
C/ Gaztambide 50
28015 Madrid
España
Teléfono: 91 543 33 99
info@sellocomerciojusto.org
www.sellocomerciojusto.org
twitter.com/sellofairtrade
facebook.com/sellofairtrade
(1)
Common Fund for Commodities (2011). CFC Basic Facts. 2011-2012. Disponible en:
http://www.common-fund.org/Publications/CFC_Basic_Facts_2010-2011
(2)
Brenton, Paul, Edwards-Jones, Gareth, & Friis
Jensen, Michael (2009). Carbon Labelling and Low-income Country Exports: A
Review of the Development Issues. Disponible en : http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1467-7679.2009.00445.x/abstract
(3) Brenton,
Paul, Edwards-Jones, Gareth, & Friis Jensen, Michael (2010). Carbon
Footprints and Food Systems. Do current accounting methodologies disadvantage
developing countries? Disponible en: http://siteresources.worldbank.org/INTRANETTRADE/Resources/Pubs/Carbon_Footprints_
and_Food_System_Report.pdf
(4) Ministry
of Agriculture (2010). Economic review of agriculture 2010. Disponible en:
http://www.kilimo.go.ke/kilimo_docs/pdf/ERA_2010.pdf. Kenyan Shillings
converted into US dollars using exchange rate from September 2009.
(5) Chi
Kelly Rai., MacGregor, James & King, Richard (2009). Fair Miles: recharting
the food miles map. Disponible en: http://pubs.iied.org/15516IIED.html
(6) Plassman,
Katharina, & Edwards-Jones, Gareth (2008). Where does the carbon footprint
fall? Developing a carbon map of food production. Disponible en:
http://pubs.iied.org/16023IIED.html
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