¿Greenwashing? No gracias.
Hablar de greenwashing es hablar de “ comunicación responsable y responsabilidad social ” esa extraña pareja a cuya relación dedicaremos un post exclusivo, puesto que requiere un espacio, por sí mismo muy relevante. Seguramente conoces el término “Greenwashing”. Sinónimo de publicidad engañosa en la que se pretende atribuir virtudes medio ambientales a productos/servicios/campañas que realmente no la tienen. El término fue acuñado en 1986, por un ambientalista neoyorquino, al descubrir que las campañas supuestamente verdes en los hoteles para ahorrar en el uso de toallas (y por lo tanto ahorrar el agua y la energía para su lavado), respondían en realidad a un mero interés por aumentar beneficios, pues estas empresas no tenían ninguna política de ahorro de agua y energía que respaldase a la petición de su campaña. Desde el burdo planteamiento inicial del greenwashing en sus orígenes, el paso del tiempo ha provocado una “profesionalización” de las técnicas de engaño